La miel, es producida por abejas domésticas (Apis) y es un fluido viscoso y líquido que se obtiene de la extracción del néctar de diferentes flores o de la secreción de ciertas plantas.

Las abejas tienen una bolsa recolectora de miel que se encuentra al lado de su estómago de alimento, cuando se llena puede recolectar un promedio de 40 mg o el equivalente a la mitad del peso de la abeja y para alcanzar este total necesita recorrer más de mil flores, lo que le puede llevar aproximadamente una hora. El contenido de este néctar es entre 70 y 80% agua y al mezclarse con las enzimas salivales y las proteínas de la abeja hacen que empiecen a descomponerse los azúcares.

Cuando las abejas recolectoras regresan a la colmena regurgitan el néctar y entonces las abejas de la colmena lo injieren y vuelven a regurgitar formando burbujas repetidamente que van eliminando el agua por medio de la evaporación.

Este proceso dura aproximadamente 20 minutos pasando de una abeja a otra hasta que llega a los panales de almacenaje. En este punto la miel tiene mucha agua que haría que los azucares se fermenten, por lo tanto las abejas siguen trabajando para mantener una temperatura promedio de 35 grados y hacen circular el aire a través de un aleteo constante para que el agua termine de evaporarse.

Cuando el agua se ha reducido a un 18% aproximadamente y la saturación del azúcar se ha elevado las abejas sellan las celdas con cera para evitar que se fermente; en ésta etapa la miel está lista para ser extraída por un apicultor.

Los primeros indicios del uso de la miel se pueden encontrar en pinturas rupestres de hace 6,00 años A.C. durante el periodo del mesolítico y para el año 2,500 A.C. los sumerios ya conocían sus propiedades medicinales. Los griegos y los egipcios la consideraban un producto sagrado y la utilizaban como moneda para pagar tributos, tanto así que en excavaciones que se llevaron a cabo en Egipto se recuperaron vasijas selladas que contenían miel en perfecto estado.

Hasta la fecha se pueden contabilizar más de 300 tipos de miel que varían en color y sabor principalmente dependiendo de las flores y plantas de las que se recolectaron.

A parte de la miel de abeja, también existe la miel de avispa y miel de hormiga melífera.

La miel que se produce a partir de una especie donde las más comunes son el romero, el tomillo, el azahar, la acacia, el eucalipto, el tilo, la zarzamora, lavanda, alfalfa, etc. se conoce como miel monofloral. Mientras que la multifloral se recolecta en cantidades variables de diferentes flores y especies.

Existe otro tipo de miel conocida como miel de bosque o de rocío, que producen las abejas a partir de las secreciones dulces de las cochinillas, pulgones y otros insectos que chupan savia de los abetos, encinos y pinos. Tiene un sabor menos dulce un color más obscuro con olor a especias y de poca solidificación.

La miel puede contener hasta un 44% de fructosa, un 40% de glucosa y, el resto de agua pero también contiene maltosa, isomaltosa, maltulosa, sucrosa, turanosa y nigerosa.

Sumado a todo lo anterior la miel de abeja también contiene aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales tales como:

  • Vitamina C
  • Niacina
  • Vitamina B
  • Zinc
  • Ácido fólico
  • Hierro
  • Antioxidantes

Actualmente se estima que la producción de miel a nivel mundial es de 1.8 millones de toneladas al año y los principales países productores son:

  • Estados Unidos
  • Ucrania
  • México
  • Argentina
  • Turquía
  • China

Mientras que en Europa y Estados Unidos es donde más se importa la miel de abeja.

Los usos de la miel de abeja son extensos y variados pudiéndolos encontrar principalmente en:

  • Terapéutico. Debido a sus propiedades bactericidas es utilizada para tratar infecciones resistentes a los antibióticos, también se considera antiséptica y antimicrobiana para ayudar a reducir o prevenir infecciones en quemaduras y a cicatrizarlas debido a la glucosa oxidasa que tiene la miel y que al contacto con la herida libera peróxido de hidrogeno.
  • Gastronómico. La miel de abeja es utilizada como edulcorante para sustituir el azúcar de caña o de piloncillo. Es mayor mente utilizada para endulzar platillos a base de frutas y para crear algunos dulces típicos, aunque también se realiza una bebida conocida como vino de miel o hidromiel que se produce a partir de una mezcla de la miel de abeja y agua.
  • Antioxidante. Entre más obscura sea la miel contendrá más taninos y flavonoides que ayudan a mantener el cuerpo joven, por ello es común que se utilicen mascarillas, cremas faciales y shampoo a base de miel de abeja.
  • Coadyuvante en enfermedades respiratorias. A la miel se le atribuyen efectos antivirales que ayudan a desinflamar las vías respiratorias cuando se padece tos o resfriado común y su textura ayuda a disminuir el dolor de garganta.