Las vacaciones las esperamos con todas nuestras ganas y nos preparamos para ello, sin embargo al regresar a la realidad queremos vacaciones de las vacaciones y con nuestra piel y cuerpo alterados, por ello platicaremos de qué podemos hacer para recuperarnos pero hay que saber que no es de la noche a la mañana, aunque si mejoramos día con día. 

 

Primero vamos con la piel y el increíble bronceado que agarramos, para evitar que se vaya tan rápido es muy importante hidratarnos, y no solo con agua, sino con una crema corporal que te de mayores beneficios, como por ejemplo el aceite de coco es ideal para mantenerte hidratada y suave, además deja un olor delicioso en la piel. 

 

Cuando estamos de vuelta en la ciudad y a nuestra rutina laboral ya nuestro rostro se ve inflamado y deshidratado por asolearnos aunque nos cuidemos con protector solar, para recuperar esa vitalidad, luminosidad y limpiar de impurezas nuestra piel te recomendamos lavar muy bien tu rostro por las mañana y noches, además antes de dormir utiliza una mascarilla que contenga ingredientes naturales y le de a tu piel todo lo que requiere, y antes del maquillaje hidratarla con crema para que la elasticidad no se vea afectada, existen cremas faciales con aceite de aguacate, colágeno y vitaminas que pueden hidratarte por grandes periodos de tiempo y aportar más a tu piel.  

 

Ahora en la parte de la alimentación muy probable no nos cuidamos y disfrutamos de todo lo que hubo cerca en las vacaciones, por ello, ahora es importante poco a poco retomar los hábitos saludables, puedes empezar con ingerir líquidos para darle a tu piel mayor hidratación y contrarrestar los efectos del sol, también agrega  fibra a tus alimentos y bebidas, como un jugo verde y para hacerlo de manera rápida puedes usar Nopal en polvo e Inulina que además agregará prebióticos y podría ayudar a tu digestión. Empieza con desayunos ligeros, con panqueques de harina de coco, mermeladas naturales o snacks cada 3-4 horas para poder ir regulando el descontrol de las vacaciones. 

 

Regresar no siempre es fácil, pero si se puede si lo hacemos paulatinamente, pues no empezamos a cuidarnos en un día ni nos descuidamos en dos, así que ten paciencia contigo y con tu cuerpo que tiene memoria.