El incremento de sobrepeso y la obesidad en la población; así como factores de aceptación social y el constante bombardeo de imágenes en los medios de comunicación sobre “estándares de belleza de cuerpos perfectos”, han generado una especie de presión y obsesión por adelgazar que ha alcanzado incluso a quienes no presentan sobrepeso u obesidad, llevándolos a buscar diversas soluciones para perder peso, entre las cuales destacan las “dietas milagro”, pero…

¿Por qué recurrimos a ellas y qué las hace tan populares?


Las tan conocidas “dietas milagro” se han hecho muy populares con la promesa de ayudarte a bajar de peso de forma rápida y sin hacer ejercicio. Estas dietas se basan en omitir ciertos alimentos lo cuales ocasionan una pérdida energética que se ve reflejada en una baja de peso en aproximadamente dos semanas, lo que las ha hecho muy atractivas, ya que no hay que esperar resultados a un mediano o largo plazo; sin embargo, y regularmente se recupera el peso a la misma velocidad en la que se perdió ocasionando lo que se conoce como “efecto rebote”; este tipo de dietas no solo comprometen la adecuada ingesta de nutrientes necesarios para el organismo, también ocasionan pérdida de masa muscular, pérdida de minerales y electrolitos, generan malos hábitos alimenticios e incluso llegan a provocar alteraciones cardiacas lo que las hace muy riesgosas para la salud. Una dieta adecuada debe ser equilibrada e incluir un cambio en tus hábitos alimenticios que te lleve a una alimentación más natural y que provea todos los nutrientes necesarios para mantenerte saludable.


Tanto el sobrepeso y la obesidad, como las dietas milagro, pueden ocasionarte enfermedades y riesgos para la salud por ello es importante consultar a un especialista de la salud, tener una rutina diaria de ejercicio y que la pérdida de peso sea paulatina y segura, haciendo de una buena alimentación un estilo de vida.